I took a trip down to L'America

domingo, 23 de noviembre de 2008

Disyuntiva dominical: O currar, o James

Me he venido un rato al despacho. El domingo por la tarde. Sí, lo sé, es triste. Pero tiene sus atenuantes y sus razones de peso. Por una parte, ayer conseguimos salir de fiesta. Volvimos a Northampton a cenar y después nos fuimos de bares con música en directo. Primero fuimos a uno pequeñito, el Yellow Sofa, casi en plan chill-out, que dirían los modernos, que también hace las veces de tienda de tarjetas de felicitación, donde tocaba un grupo raro que hacía versiones raras pero muy guapas. Y después, a otro donde al llegar estaba tocando una banda de rock/country a la que siguió, sobre las 12, un tío que pinchaba música rollo Motown. Muy chulo, pude bailar hasta cansarme, y ya me hacía falta. Queda, además, la constatación empírica: Northampton es la jodida isla de Lesbos. Fue graciosos el comentario de Francesca, la chica de Paolo, cuando le pregunté si sus alumnas son guapas: "Si, sono carine, ma sono tutte lesbiche. Ovviamente" Obviamente? Cómo que obviamente? Puedes meterle mil corolarios a esa frase, pero ¿obviamente? Pues sí.

La juerga de ayer hace que no me sienta especialmente miserable al estar trabajando un ratillo. Puedo también argumentar que soy un chapucero y la última calibración que hice la tengo que repetir antes del lunes. Puedo esgrimir también que me quedan aquí poco más de dos semanas, y que el miércoles me voy cuatro días de puente, así que hay que adelantar faena. Pero creo que lo que en realidad me ha empujado a venirme ha sido que no estaba dispuesto a pasarme el día en la habitación.

Si tienes ganicas de domingo tranquilo, estar metido allí, calentito y viendo pelis no es una mala opción. Además, Sara ha pasado una semana en Roma y me ha traído Gomorra en italiano, y estoy enganchao. Pero hay un detalle que a los más avispados no se les habrá pasado por alto: no vivo solo. Es más, vivo con una jodida subcontrata de telemárketing sudanés, porque de otro modo no se entiende. Anoche, cerca de las dos, y algo piripi, acabé por cerrar el libro, darme media vuelta y resignarme a esperar a que James acabara de hablar por teléfono. Antes me dormí que lo hizo. Y esta mañana, me ha despertado dando voces en swahili de nuevo. Joder, esto es como una pesadilla. Con la empanada de recién levantado he llegado a preguntarme si realmente había dormido o se había pasado toda la noche de conferencia. Salgo a por un café, vuelvo, y ya está de palique otra vez. Y con el estor bajado. He comprobado que, si no subo el mío, él puede estar perfectamente a oscuras todo el santo día, sólo con la luz del techo. Sé que no es un vampiro porque alguna vez sale a comprar después de comer, pero no tengo más razones para creerlo. Porque también come en la habitación. Y si no abre ni la cortina, no pretenderemos que abra la ventana. No, no. Así que el ambiente resulta no sólo lúgubre, sino también bastante cargadito. Y en esas estaba yo, pensando que el despacho no era tan mala idea cuando, a base de largar tremendos escupitajos a la papelera (mientras seguía con el teléfono, hay que ver), ha acabado por convencerme: me voy a calibrar datos, ale.

Soporto esto por varias razones. La primera es que, por razones de higiene mental, no suelo pasar todo el día en la habitación. Puede que lo haga un día cada dos o tres semanas. Y aparte, soy de natural apocado, así que prefiero salir a dar una vuelta y airearme (que ahora es sinónimo de helarme como un pollo) a una situación violenta del tipo "Macho, me das asco. ¿Puedes parar de escupir?" o "Esta habitación apesta, haz el favor de ventilarla". Por supuesto, lo disfrazo de pragmatismo, y me convenzo a mí mismo de que, para dos semanas que quedan, de las cuales voy a estar poco más de una con él, tampoco merece la pena montar un cristo.

Y además, puedo venir aquí, escribir cuatro tonterías y desahogarme. Y eso siempre reconforta.

6 comentarios:

Rubentxo dijo...

Muchacho, tírale el móvil al WC, a ver si así se calla.
Me agobia hasta a mí, y eso que no lo padezco...
En fin...
Feliz final de estancia en los USA.

Anónimo dijo...

eh!
¿todas lesbianas? ¿ya se ha iniciado el proceso de extinción del hombre y han empezado en Northampton? ¿o tan feos son en ese pueblo?
Si te lías con dos lesbianas te invito a tapas de aquí a lo que me queda de beca.
Y vuelve pronto que necesitamos gente para jugar al fútbol, por dios.

Ángel dijo...

Vaya Vicent! Parece que los domingos duros son igual en todo el mundo... y que esta paella gringa también tiene un poco de socarrat el las últimas paletadas je je
Ánimo tio y disfruta de lo que queda.

Anónimo dijo...

Vicent obri-li la finestra al suajili i de pas que es ventile potser es costipe i no puga parlar per telèfon. Besets que vaja bé el que et queda. Sòc Neus

Unknown dijo...

¿Estás en un paraíso lésbico de tias buenorras y te quejas? En fin, dios le da pan...
Y mira, pa lo que te queda en el convento... ponle las pilas a ese hijo de Utah.
Te vamos a montar un fiestón cuando vuelvas...Siempre que no estés todo loco estresado y te dejes, claro.
Bicos!!!!!!!!!!!!!

Sentet dijo...

Joder Marta, que seas precisamente tú la que se haga eco de un tópico masculino, manda güevos. Si son lesbianas, pues les gustará precisamente eso, una mujer, no? Otra cosa es que estéticamente sea más agradable ver a dos tías bailando que a una pareja heterosexual. Obvio, dos mejor que una.

Pero me da a mí que no voy a tener tiempo suficiente para dejarme media melenita. Y aunque lo tuviera...