I took a trip down to L'America

sábado, 30 de junio de 2007

Mi casa, ahora sí

Pues bien, este es mi pisito de soltero en Taipei.


Y ésta, la vista opuesta.


Y ya está, no busquéis más. Salvo el ángulo muerto de la cabecera de la cama (de pino cutre) esta es toda la cera que arde.

Por supuesto, podría haberlo ordenado para hacer la foto, pero no quise, así tiene más personalidad y no parece una habitación de hotel. Aparte, como podréis deducir del desparrame de maletas, la foto está hecha nada más llegar. En fin, una bombonera. O una caja de cerillas, según cómo veamos la botella. Faltar, lo que es faltarle, sólo le falta el fogón que me prometió la casera, habrá que apretarle las tuercas otra vez. Más que nada porque por este cubículo, que no por mono deja de ser pequeño, pago sólo un poco menos de lo que me cuesta el palacete de Granada. Lo de palacete lo digo ahora, vamos, que en perspectiva tengo la sensación de que poniéndole dos porterías puedo jugar al fútbol cuando vuelva. Parece ser que el tema de la vivienda está peludo también por aquí, en todas partes cuecen habas. Por muy barato que te salga comer a diario o coger el transporte público, algunos precios no desentonarían en València, por decir un sitio. No quiero ni imaginarme lo que puede suponer la vivienda para un taiwanés medio, a lo mejor no estamos tan jodidos como nos creemos y, oye, al fin y al cabo Taipei no es Londres, pese a que tengan en común la contaminación, la humedad, el chaparrón cada tarde, la sobredosis de té, el papeo chungo, la arquitectura popular espantosa, el neoliberalismo económico...joder, a lo mejor si a los chinos les da por abrir los ojos del todo y poner un Big Ben se parecen más de lo que creía.

A lo que iba: mi casita. Está en un piso trece, con lo cual debería tener buenas vistas. Sin embargo, la capa de mugre que hay en las ventanas no deja apreciarla con toda su grandeza. Por otra parte, es lógico que la tenga, en una megaurbe con tanta polución y donde llueve cada tarde los cristales tienen todos los números para estar bien guarretes. Lo cual no es óbice para echar en cara a la arrendadora la poca maña que se dieron en limpiar antes de dejarme el piso a mí. La cosa era correcta, pero generalmente cuando entras a un piso que acabas de alquilar (y no es muy viejo) se pueden comer sopas en el suelo, y aquí no se ha dado el caso.

Pero oye, yo estoy de lo más contento, ya tengo la sensación de estar en mi casa, y no en la habitación de un hotel. Y tengo aire acondicionado, una cama grande, conexión a Internet y un cuenco de barro donde poner los lichis que venden a euro el kilo justo al lado de la puerta. Qué más quieres, Baldomero? Espero vuestras valoraciones.

Por cierto, antes de que lo preguntéis: las sábanas no venían de serie. Me las he comprado yo.

jueves, 28 de junio de 2007

Lejos? No tanto



Que venga Eratóstenes y lo vea!

Hay cosas que, sorprendentemente, no cambian por muchos meridianos que pongas de por medio. Aquí, en Taiwan, cerca del Silicon Valley asiático, en un piso desde el que se ve la sede de Google Asia (bueeeeno, vale, no se ve, pero por la orientación, no por otra cosa) he tenido un dejà-vu. Me están chuleando con la conexión de Internet de casa. La casera me dijo que el lunes, a más estirar martes por la tarde, tenía mis cablecitos de acceso al mundo funcionando. Falso como una moneda de cuatro pesetas. El miércoles se lo dije a la secretaria del instituto, la que me viene salvando la vida cada dos días. Llamada a la casera, conversación en chino y excusas varias en inglés. Próxima estación: el viernes, que sí, que sí, que de esta no pasa. El rollo está en que cuando me dijo "if friday you don't have the connection, tell me on monday", y eso suena a cuerno quemao. Al menos con Timofónica y sus adláteres no puedes aplicar el beneficio de la duda: si algo se puede retrasar, lo hará. Veamos pues si estos asiáticos tan avanzados acaban funcionando tan chapuceramente como los Alierta Boyz.

Y claro, en esas estamos, sin poder enseñaros mi palacete. Porque si algo me he propuesto seriamente ha sido enviarlas desde el lugar donde fueron tomadas, y esto va a rajatabla. A ver si mañana chuta como es debido, cojonesya.


En lo tocante a la vida cotidiana, doña rutina, puntual ella, empieza a asomar el hocico. Las dos semanitas que llevo aquí son tiempo suficiente como para que empiece a notarse su aliento en el cogote. Buena prueba de ello es que ayer me tocó poner una lavadora, acto inmisericordemente cotidiano y coñazo. Aun así, la cosa tuvo su gracia, como buena tontería que tengas que hacer en Taiwan. Porque está claro que vas a comprar leche y buscas algo blanco, en botella y, por si las moscas, con una vaca dibujada en la etiqueta. "OK, esto es leche", y lo echas a la saca. Las papas, los helados, la fruta, las galletas y lo poco más que he comprado tampoco ofrecían grandes dificultades. No ha lugar comprar huevos y patatas, por ejemplo, puesto que el fogón eléctrico que me prometieron tampoco me lo han instalado todavía, con lo que sigo de restaurante japonés a vietnamita y tiro porque me toca. Pero!! algo tan simple como comprar detergente en polvo tiene su intríngulis. Quién te dice a tí que no estás comprando lejía? O polvos para quitar la grasa, como aquellos que pillé a la semana de estar en Italia y me destrozaron tres camisetas? O quién sabe qué, leches, que todos somos muy espabilaos pero a ver quién coño tiene la menor idea de las costumbres coladeras (de colada, se entiende) chinas. Hasta que el viejo amigo que ilustra el post acudió en mi ayuda. Resulta que el Tide debe tener un mercado latinoamericano de miedo, porque viene rotulado en castellano. Sí, sí. Y por ahí me pude salvar, pagándolo, eso sí, al triple de precio que otros detergentes que, seguramente hubieran resultado igualmente efectivos. O no...

El resultado, al final, ha sido graciosamente positivo. Ya tengo otra vez toda la ropita limpia y presta para volver a ser sudada. Porque aquí cae a plomo. Por si alguien no se lo creía, arriba del todo está la prueba. Se me pasó el 24 y eché la foto el 25. Salí tarde a comer y la foto está hecha a las 12:30. Y, aun así, no sé el tiempo que tardaré en volver a verme la sombra prácticamente debajo de los cojones, aunque estuviera un poco nublado y haya poca. Lo dije el otró día y lo mantengo. El trópico es una putada, pero tiene su coña...

Addendum en tiempo real: son las 10 de la mañana del viernes y estoy en casa. A las 9, estando en la ducha, ha entrado un fulano en el apartamento. El instalador.

Addendum 2: Si llego a tiempo: Suerte Tonetti. Si llego tarde: Enhorabuena, Doctor de Ugarte.


martes, 26 de junio de 2007

Per molts anys

Torne a trencar el meu silenci establert per una raó més que justificada. El meu nebot hui fa un anyet.

I son tio, que és mes cutre que fet d'encàrrec no ha trobat altra manera de felicitar-lo que aquesta:

Pau, carinyo, tu no tens la culpa d'açò, però és millor aixina, que vages des de ja donant-te compte de l'impresentable de cosí que te ton pare. És la millor manera d'evitar-te disgustos després. Un besot enorme, figura (matxot, que haguera dit ton besauelo Martínez) i per molts, molts, anys. Ton tio, que te vol amuntó, amuntó.

lunes, 25 de junio de 2007

Off-Topic




Dije que la próxima conexión blogger entre Formosa y la Península iba a ser desde mi casa. Y a fe mía que lo iba a cumplir, a pies juntillas. De hecho, tengo ya un par de fotos hechas con el escaso juego angular que me permite la escasa milihectárea del pisito para colocarlas. Pero me propuse crear la entrada del blog desde allí, que tiene más coña, y en esas estaba, esperando, porque la casera me había dicho que no tendría red hasta hoy o mañana por la tarde. Y todavía estoy en la universidad, así que esta no era la hora de escribir nada.

Resulta, sin embargo, que me estaba regalando media horita (más...) de inopia antes de ir para casa, y, queriendo leer algo nuevo en la red, he dado con una cosa curiosa. Los que sufren mi compañía a diario saben hasta que punto puede ser insufrible que el dextrofirmante (porque el nombre, en un blog, no aparece al final del escrito, sino en una columna a la derecha) les mortifique con el sonsonete "mirad lo que he encontrao". El desgraciao que escribe estas líneas nunca encuentra un alijo de coca para invitar después de la merienda, ni un billete de 50, ni un bar de menú a 4 euros. Lo que suele encontrar es algo que cree curioso, gracioso, excitante, enervante...y que puede que al resto le interese. Y también puede que no, extremo que temo sea el más común, pero que generalmente (con alguna excepción puntual pero notable por parte del ramillete de nervios vigueses del fondo, a la derecha) suele ser tomado con bastante complacencia y diplomacia. Incluso se ha llegado a instaurar, en días ociosos, la máxima "venga, ponnos un youtube" después de comer, para afrontar la digestión con mejor cuerpo.

Viene todo esto a cuento (bueno, a cuento, a cuento...) de que, efectivamente, he encontrado algo que me ha gustado muy mucho. Suelo perderme en blogs que abundan en cuestiones sobre la res publica, ya sea desde una óptica estatal o des del meu estimat País (últimament fan crides al seppuku, colla de negres votants del KKK). Y hoy me he dado de bruces con algo realmente fresco. No lo hubiera publicitado aquí porque el blog y su autor han tenido ya publicidad de sobras al ganar un premio, digamos, importante (y sobre todo, porque esto tiene de publicidad lo que tiene de márketing hablar de coches en un bar) Pero ha sido irremediable. Por poneros en situación, el blogger es un taxista que escribe cosas que le pasan diariamente en su trabajo. Y esto ha sido lo que me ha capturado definitivamente.

En la Terminal 4 de Barajas:
- ¿Nos lleva a la Agencia Espacial de Villafranca del Castillo?
- Por supuesto - dije engolando la voz.
[.............]
Eran dos hombres[........]Un par de esos cerebros astrofísicos de teorías cuánticas y agujeros negros cuyo concepto de la vida se encontraba mucho más allá de nuestra hipoteca, o del último disco de Miguel Bosé.

No negaré que alguna vez, tras 10-12 horas de estudio de Cuántica de Campos en un día, he salido a la calle y veía operadores de creación y destrucción operando sobre el aire que respiraba. Sin embargo, mi concepto de la vida no creo que vaya mucho más allá del que tiene el taxista. Puede, de hecho, que el concepto que él tiene viaje mucho más allá del Grupo Compacto 73 de Galaxias de Hickson, que es más o menos donde yo me he quedado. Y, sin embargo, no puedo dejar de preguntarme hasta qué punto genero esa percepción en la gente. ¿Qué piensa de mí (de nosotr@s, abnegad@s compañer@s del gremio) la camarera del bar donde voy a comer cuando le digo dónde trabajo? ¿Qué imagen se le queda a la señora que pasa por la calle cuando estamos fumando un pitillo y oye algo del tipo "estoy haciendo observaciones de una galaxia elíptica con un telescopio de..." mientras va calle abajo? Yo, por supuesto, tengo más que asumida mi total normalidad en ese aspecto (los tics oligofrénicos son muy anteriores, ya los tenía cuando me quería dedicar a otras cosas más ""terrenales"", con cuatro comillas), pero...

En fin, dejo las reflexiones para el lector. Quitándole hierro al asunto, y ya entre frikis, es curioso cómo en los comentarios alguien habla del "peazo bola blanca que hay ahí atrás" refiriéndose a la antena, que está de culo. Por cierto, la batallita de los astrofísicos está posteada el 4 de junio.

Y sólo una cosa más: si tenéis tiempo, pasáos por el blog, Ni libre ni ocupado. El tío tiene una sensibilidad (sin cursiladas nerudianas) que merece unos minutos de atención. Por muy llamativo que eso, o su repelús por la COPE, sea en un taxista, no os quedéis en ese detalle. Este país (bueno, o ése, o aquel, que ya no sé ni dónde estoy) está lleno de ineptos que, en un poeta que ganó el Premio Loewe, sólo supieron destacar que trabajaba en un vertedero. Aparte de anécdotas deliciosas, tal vez habría que remarcar que el autor haya conseguido que me enamore de una mujer sólo con la descripción que él hace. Si tenemos en cuenta el tiempo que hace que una mujer no me enamora cara a cara, puede que tenga su mérito...

viernes, 22 de junio de 2007

Me mudo

Si, caballeros y cabelleras, ya tengo pisito. Pero pisito-ito-ito, mala caja de cerillas...En fin, con tal de que el aire acondicionado funcione, no creo que eche de menos el Howard International Hotel. Bueno, a lo mejor añoraré un mejunje blanco que ponen en una olla a la hora del desayuno (no, no es leche; y tampoco arroz) pero poco más. Os iba a contar cómo es, pero creo que será más divertido hacerlo en situ, que me han dicho que tiene Internet. Lo dicho, mañana a las 14:00 hora local, más o menos cuando 666 y quien se deje engañar por él estén saliendo del Camborio, firmo el contrato. Lo firmo mañana sábado porque aquí interpretan los puentes de un modo curioso, let's see. Resulta que el martes era fiesta, San Dragon Boat Festival, que es como San Roque, pero en chinaco. Entonces, para hacer puente el lunes, el sábado siguiente a currar. Imaginaos, imaginaos, si dicen por ahí que el sábado 14 de diciembre (por ejemplo) tienen que ir a currar todos los que se han cogido media semanita por la constitución. Arde Troya. Pues aquí mañana, todo cristo al tajo. Pues eso, que ya os narro las primeras impresiones del nidito una vez instalado.

Por aquí, la vida transcurre igual. Del hotel al curro, parada para comer, parada para cenar y vuelta al hotel. Una peli cortesía del videoclub "El Rabino Feliz" (ayer Easy Rider, tremenda una vez más) y a pisar oreja. Esto promete cundir pero de la hostia, voy a aprender aquí lo que no he aprendido en un año. Y no porque me tengan esclavizado, aquí voy (todavía más) a mi ritmo, pero es que bajas a echar un pitillito a la calle y estás deseando volver a meter la cabeza en el libro, porque sabes que el libro y los tres metros cúbicos de aire que lo rodean están fresquitos!! Però quina calor que fa ací, redell!





Puestos a extenderme en algo, tal vez lo único interesante sea el tema del papeo. Porque aquí no hay ni paella, ni gazpacho ni bocata calamares (mejor, que igual te los ponen crudos), así que toca ir a sitios curiosos. A bote pronto podría enumerar un japonés, un sitio de curry (also japo), un italiano, un vietnamita (!) o un mexicano. Y claro, cada uno tiene su historia. El japonés tiene la peculiaridad de que los dueños pasaron unos años en Latinoamérica y chapurrean castellano. Y claro, entrar aquí en un restaurante y que te digan Hola!! a voz en grito tiene su coña. El italiano...bueno, sin pena ni gloria, es una franquicia con mostrador de plástico. El pesto lleva berberechos, la lasaña está bien y el aceite de oliva que te ponen en la mesa sabe a aceite de motor. El mejicano tiene la coña de que te ponen San Miguel...pero de la que hacen en Filipinas. Mención aparte merece un bar de sushi al que fuimos el otro día. A ese quiero echarle una foto y comentarlo en profundidad. Sólo un detalle: me comí seis o siete platillos "tapa size" y me costó 180 dólares de aquí, oséase menos de 5 euros. En un japo de València, por ese precio te ponen una birra y dos palillos. Bueno, vale, también te ponen la tacita con la salsa de soja.

Poco más, espero que lo próximo que escriba sea para describiros mi nuevo hogar desde sus mismas entrañas. Dado que sois gente sensata y este finde tendréis mejores cosas que hacer que estar de cara a la pantalla, disfrutad por todo lo alto la festa de Sant Joan (festa major dels Països Catalans) o el solsticio de verano, en función de lo paganos que seáis, que es lo que toca hacer. Yo intentaré hacerme una foto en la que no se vea mi sombra. Es lo que tiene el trópico.

Addendum: no se si esto viene a cuento o no, de hecho no quiero crear un post ex-profeso y lo pongo en pequenyito (tengo que currar con el portatil, estos teclados chinos son la risa) como para no molestar demasiado. Pero supongo que entendereis que a todo el mundo le haria ilusion: Henry al Barsa...

miércoles, 20 de junio de 2007

Miscel·lània post-rollito


Bufa! Vaya día tonto. Empiezo por todo el protocolo de presentarme a la gente de por aquí, con tour por Administración "Fulanita-Vincent", "Menganito-Vincent". Porque ayer fue fiesta, y el lunes puente, y aquí éramos cuatro gatos entre los que, por supuesto, no había ningún administrativo, que los funcionarios son iguales en todos los rincones del mundo. Después, cuando consigo cumplir y cumplimentar y empiezo la faena, tocaba ponerme nervioso al ver que no avanzo: cortocircuito al canto, los conceptos básicos fallan. Nada nuevo, pero ahora ya no se trata de fintar como se pueda las preguntas del examen. "Esto ya no es la escuela", decían los profesores del instituto, pues..."esto ya no es la universidad", así que desde el principio, desde lo más básico. Nunca maldeciré lo suficiente al profesor de Métodos III por lo jodidamente mal que me explicó la transformada de Fourier, que era un señor que, en los ratos libre que le dejaba su honrado oficio de fabricante de barajas españolas, se dedicó a desarrollar la herramienta fundamental de la interferometría. Como el que no se consuela es porque no quiere, me pongo a pensar en relaciones de anticonmutación entre operadores hermíticos y vuelve el buen rollo. Costará, pero lo sacaremos. Yo y mis pelotas hemos hecho cosas más gordas.


Todo esto viene como explicación, porque al fin y al cabo me he puesto a escribir para airearme un poco las ideas. En catalán usamos una expresión preciosa, "desemboirar", traducible chapuceramente por "desnieblar", de boira=niebla, que vendría más al caso. Para colmo, después de cenar (a las 6 de la tarde, como buen taiwanés) he vuelto a caer en la tentación de leerme un artículo de opinión de César Vidal y creo que se me ha cortado la digestión del rollito. Por más que nos hacemos viejos, no aprendemos, mira ue me lo tengo dicho "no òbrigues eixes webs, Vicent, que se t'obri la úlcera i no se't passa la mala hòstia en hora i mitja". Pues nada, como un niño pequeño. Y luego, claro, en lugar de procesar qué coño significa todo eso de planos y síntesis estoy pensando en dónde está el límite de bilis que se puede volcar en una hoja sin reventar. Debe estar alto desde el momento que el Mein Kampf llegó a rotativas, me temo que no reventará, no.


En fin, que mis penurias, tanto científicas como identitarias deberían quedar purgadas con la deposición de este par de parrafitos. Y paso a lo que me debería ocupar: Taipei. Taipei, de entrada, es un jodido infierno. Ahora entiendo el estado en el que volvió Johnny Rambo a los States. Sólo pensar en moverse por la calle ya da lipotimias, imagináos ir matando Charlies M-47 en mano. De hecho, el lunes una confusión estuvo a punto de costarme la vida. Como era mi primer día, ni tenía llave del trabajo ni sabía llegar ni ná. Nada, quedamos mañana "ahí" me dijo Dani, mi mamá malago-taiwanesa el domingo por la noche. Total que por "ahí" él entendió un lado del seto que separaba un polideportivo de la acera. Justo, justo, el lado opuesto que yo entendí. Total, que el menda llega, se sienta en un banco y a esperar. Y el compañero al otro lado hasta que se cansó. Que, prudentemente, fue a los 10 minutos. Y digo prudentemente porque, cuando yo me levanté a la hora y cuarto, fue porque estaba al borde del síncope. Y estaba a la sombra! Aquí cuando sales a la calle es como entrar al cuarto de baño donde se acaba de duchar alguien. He vivido seis años en Valencia, he estado en República Dominicana, en Rio, y sé de lo que hablo: aquello no era tan salvaje. Correr hacia un semáforo que se está poniendo rojo es, simplemente, algo que mi mente ya ha dejado de computar. Sencillamente no lo contempla como una opción: del mismo modo que no piensas "oh, no hay problema, hago un Kame-Ame y me propulso a ultravelocidad antes de que se ponga rojo" ni tan siquiera te planteas correr... Para colmo, por aquí dicen que lo peor está por llegar, y no quiero imaginarme qué pasará si un día luce el sol de verdad, no como estos días. Si además no cae la tormenta de rigor por la tarde, esto puede ser de lo más divertido, también.


Cabría añadir también que aprovechamos el domingo para hacer las primeras visitas de rigor: mausoleos de genocidas, uno de los centros financieros más importantes de Asia, el rascacielos más alto del mundo...Minucias, vamos. Como tenía la cámara sin batería, me ahorro rollos, ya intentaré colgar alguna foto si vuelvo por allí. Porque, efectivamente, compañeros del metal, seguía sin bateria. Y ello debido a que, al llegar al hotel, me encontré en el lugar donde debería estar el enchufe un complicado galimatías topológico en donde se deben encajar cosas del tipo que encabeza el post. Éso, muy señores míos, es un enchufe. Ya sé que todos sois muy cosmopolitas, y habéis estado en mil sitios y ya lo sabíais. Yo también (también lo sabía, no "también soy cosmopolita"; el escribiente lo que es es un paleto orgulloso). Pero no me acordaba. Y vosotros seréis modennos, pero yo soy espabilao, así que visita a la FNAC y transformador por tres euros. Me suena que alguien pagó 20 o 30 por uno de estos en el Corte Inglés...

Y ya vale. Cuando se escribe para alejar fantasmas pasan estas cosas, que tú te quedas despejado pero el texto espeso. Desglamassat, com una pilota de carn mal lligada, que diria l'egregi tio Vicent Badenes. Así que no castigaré más retinas sensibles. A lo mejor mañana sigo, de momento plego. Eso sí, más tranquilito. Y si no os ha gustado, a quejarse a Fourier. O al rancio de Vidal, don César.


martes, 19 de junio de 2007

Petit incís

Hauria de publicar alguna coseta, encara que no se si açò ho llig ningú, però resulta que he agafat una seguida de treball bona i crec que cal aprofitar-la. Mes que res perquè vaig per la pàgina 20 d'una rajola de la qual me n'he d'empassar vora dues-centes. Demà intentaré, tot i que siga contra la meua voluntat, ordenar quatre pensaments i impressions i posar-les en taronja sobre sépia, que per a fer-ho apresa i atronitat no paga la pena ni d'escriure-ho ni de llegir-ho.

Tot i això, us donaré un consell: mireu de no sopar curry després d'haver dinat pesto. Pot semblar de sentit comú, però quan estàs fora de casa fas coses sense trellat i clar, demà a migdia potser encara estiga amb el menjar de hui amunt i avall.

Per cert, havieu vist alguna volta un plat de spaguetti al pesto amb berberetxos?? Taiwan mola...

Addendum: Juande, menos mal que tú entiendes la soledad del uncomented blogger...

lunes, 18 de junio de 2007

Skype

Per fi soc un tio modern i ja he creat un compte de Skype. Com que no crec que siga vital per ningú, si a algú vos abellix xarrar un ratet, em feu saber i jo vos passe el nom, que a més em dóna palo publicar ací de tan ridícul com me l'he posat (un moment de feblesa el te qualsevol).
A manar, doncs.

PD: Una vez publicado el post he vuelto sobre mis pasos al ver que estaba en valencià...el problema está en que, si no me paro a plantearme escribir en castellano, espontáneamente me sale en mi lengua. Pa' que veáis, compañeros del sur, lo mucho que me importáis, que me tomo con vosotros todas las molestias que hagan falta. Eso sí, lo he repasado y creo que se entiende. Y si no se entiende y os parece imprescindible, abellix=apetece, y en la web hay traductores de mordoriano...

domingo, 17 de junio de 2007

Potros

Como catedrales. Entiendo que haya rencor, que un descenso se digiera mal, y la buena fe me hace dudar. Era el sufrido txuri-urdin consciente de la diferencia horaria? Prefiero creer que no, bastante me jode el calor como para que me carcoma también la mala leche. En todo caso, lanzo un grito, un bertxo: compañeros del metal, no olvidéis que a la hora promedio a la que se os empieza a calentar el morro yo estoy en el baricentro de mi sueño, y soy de los que se desvela con estas tonterías, más aún cuando el jet lag todavía está haciendo de las suyas.
De todos modos insisto: no hay acritud ninguna y se ha superado con un chute de ¿café? mañanero. Consuélate pensando que el año que viene puede que, de perder en Castalia, sea con gol de Richi.
Muxu bat

Ciutadans de Taiwan, ja soc aquí!

Com Tarradellas, però al revès, en lloc d'arribar m'he pirat. I ya he llegado a buen puerto. Bueno, a puerto no, a aeropuerto, después de pasar por tres: Barajas, Schiphol i Suvarnabhumi, correspondientes estos dos últimos a Amsterdam y Bangkok. Hay que decir que el Shawarma éste tailandés tenía un nombre mucho más cachondo en el abecedario local, que es algo así como buda, muy redondito, pero no encuentro la opción de texto en el blogger. Como siempre, pecando de occidentocentrismo...

Lo dicho, carreras en Schiphol (tenía el tiempo justo) y carreras en la escala de Bangkok (y tú por qué te vas a escribir e-mails en vez de quedarte quietecito en la sala de tránsitos??) Al final todo bien, todo bonito y llegué a Taipei sano, salvo y con maletas, que viene a ser lo más soprendente de todo. Sólo una duda: señores gestores del reparto de asientos en los aviones, es imprescindible que me pongan siempre justo delante de los aseos? Acaso he abusado yo de sus hijas adolescentes para que me tengan 10 horas sin poder reclinar el asiento más de medio palmo? Pasó al volver de Rio y vuelve a pasar ahora, ésto ya va más allá del 2-sigma...Como no todo van a ser pegas, dos hurras (la tercera la perdió por el asiento) por KLM. Puntual, eficiente, capaz de no perder dos bultos en viajes con cambio de avión, con un papeo sorprendentemente bueno y sabroso y unas azafatas atentas y simpáticas. Quien no ha sufrido a Iberia y sus Dietrichs de pacotilla con mandil no sabe de lo que hablo.

Y por fin, Taipei. Un chino con cara de mala leche comprobando y recomprobando el pasaporte (si quieres me quito las gafas pa' que me veas mejor el careto, tontolaba) y piso territorio de la República de China. Porque Taiwan es la República de China, no lo olvidemos (ésto da para otro post). Y en la puerta me espera lo que siempre soñé: un chino con un cartel con mi nombre. Bueno...mi nombre...Ponía dos o tres cosas en chino (supongo que del tipo "es más tonto que un pie") y debajo "Vicent Badenes" Ja, otro que se cree que Martínez es el segundo nombre. Y yo pensando en el auelo Vicent Badenes, que contento debía estar. Me coge el carro de las maletas, me saca del aeropuerto y me dice que me espere. Aprovecho para sacar la cámara y constatar que no tiene batería (@&#%$!!!, no hay foto inaugural que valga) mientras espero la llegada del pick-up. Porque lo que yo había marcado en la solicitud era "pick-up service from the airport" y entonces lo que esperas en base a eso es que llegue un chino con una furgona americana con el maletero al aire llena de cajas de Coca-Cola y me lleve al hotel. Vamos, lo que uno entiende por un pick-up. Y va y de un Mercedes negro más largo que un día sin pan sale un chino que me quita las maletas. "Ie, açò què vol dir?" Resulta que era mi chófer. El mismo del cartelito, pero es que el menda todavía no computa los rasgos diferenciales de un ciudadano taiwanés con menos de 15 minutos de exposición visual. Vamos, que el pick-up parecía el coche del Zaplana. Y ahí estaba yo, en un asiento trasero tapizado de cuero viendo pasar las luces de la ciudad. Encendí el MP3 que, éste sí, llevaba pilas y empezó a sonar, totalmente por azar, Welcome to the Jungle (sí, hortera, y qué?) y en ese momento te sientes como una R&R star camino del estadio. Qué queréis que os diga, la vida es lo que haces de ella, y yo por un rato fui Axl Rose en limusina. Por cierto, le quería pedir el cartel al taxista guay (puso música pero se cortó en cantar, ya hubiera molao, ya) para forrarme una carpeta pero, muy en mi línea, se me olvidó.
El día de viaje no dió para mucho más. Per a la tranquilitat de la família: estic bé, molt bé, he menjat fins a rebentar, he dormit tropecentes hores i l'hotel està DKTgoria, feu-me el favor de no patir, que l'únic problema que hi ha és la calor.
Podría extenderme, pero no procede asquear al personal y aquí ya tocan a rebato. Puede que mañana siga y cuente lo que ha dado de sí el domingo. Bastante más de lo que me cunde habitualmente en Granada, por cierto, aunque sólo sea porque aquí son las 11 de la noche y el Barça no juega hasta dentro de 4 horas. Ya veremos qué se inventan hoy para hacer el indio

viernes, 8 de junio de 2007

Borumballa-Declaració d'intencions

Cuando he empezado a escribir, ya me han asaltado unas cuantas dudas. Y lo peor, es que son totalmente intrascendentes, nada que ver con el pánico a pasarme 3 meses comiendo arroz. Una , por ejemplo, ha sido en qué idioma escribir la primera entrada, por simbólico y por lo que puede tener de marcar un precedente, sentar jurisprudencia. Al final, me he puesto a escribir en castellano, a la vista está. Espere que ningú se m'emprenye, la veritat és que tinc ganes de que em lligca també la gent que treballa amb mi, i pense escriuré també en valencià. Perquè és la meua, perquè m'agrada i perquè ho preferixc. I perquè em rota, redell.

Siguiendo con las dudas, puede que a los potenciales lectores castellanoparlantes les suene a chino (jodeeeeer, chino nooooo...) el título. Me remito al Diccionari de Enciclopèdia Catalana y me redirige a encenall: Cadascun dels trossos prims de fusta que es fan quan hom la treballa amb el ribot o una altra eina semblant i que surten enrotllats en espiral. En castellano, viruta. Que viene a ser todo lo que va cayendo de una masa aforme hasta dejar una forma, una silueta, la pata de una silla o una estatuilla de madera. I amb la borumballa cal fer alguna cosa; hay que hacer algo con toda la viruta que va cayendo. Tienes que apartarla para ver lo que va quedando y quitártela de encima, arrojarla lejos.

Me he encontrado también con una relativa sorpresa. Los valencianos usamos "fum de canyes" para hablar de algo que prende con mucho estruendo, con mucha llama, pero se extingue rápidamente. Pues bien, foc d'encenalls (sinònim de borumballa, recordem) vendría a significar lo mismo en catalán oriental (el de TV3). Una hoguera en la que quemas toda la viruta que vas acumulando y que genera una llama enorme, deslumbrante, pero que dura poco. Se lo decía Tyrell a Roy en un ascensor de su empresa, justa después de hacerle jaque mate en una partida de ajedrez a ciegas "La luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo. Y tú has brillado con mucha intensidad, Roy". Justo después, el androide mata a su creador.

No sé si esto que los modernos llaman blog brillará con mucha intensidad. Lo dudo. Lo que sí parece claro es que durará poco. Exactamente tres meses.

Queda por ver si al final tres meses son realmente poco...