I took a trip down to L'America

miércoles, 4 de julio de 2007

Papeos curiosos (I)

Si hay una faceta de la estupidez humana que no deja de fascinarme es la capacidad para llevar adelante una idea sabiendo de antemano que está condenada al fracaso. No estoy hablando de llevar la contraria a sabiendas de que es un error, esta actitud queda justificada automáticamente por la rebeldía o el venazo infantil y en el pecado lleva la penitencia. Si pone "no tocar" y lo tocas a lo mejor te llevas un calambrazo, así de simple. Y donde dije calambrazo digo hostia a rodabrazo o vomitera por chupito de tequila a horas intempestivas, que viene a ser lo mismo. Me refiero más bien a seguir planes cuyo abyecto final intuyes, si es que no los sabes directamente. Una piedra en la que, como buen mortal, tropiezo a menudo, intentando siempre escudarme en el "oye, igual salía bien", que queda mucho más solemne trocado en "el no ya lo tengo". La frente siempre bien alta.

El sábado fuimos a cenar a "Barcelona Tapas Restaurant". Con el introito y esta frase, o incluso sólo con el nombre del garito podría dar por cerrado el tema, el final es previsible. Pero estoy aquí para dar cumplida crónica de mis avatares, y creo que es mi deber moral sincerarme con los contribuyentes y dar cuenta de en qué me gasto las dietas que salen de sus impuestos.

Nada más llegar, estuve a punto de poner pies en polvorosa. El cartel que había sobre la puerta era una inmensa bandera de esas que antes había en los estancos y ahora ponen en las Plazas de Colón con un BARCELONA en letras negras sobre la franja gualda. La simpatía que pueda profesar o dejar de tener hacia el trapito no es, por supuesto, razón para dejar de entrar, como tampoco lo sería para hacerlo. Sin embargo, la combinación de banderita y nombre junto a que el luminoso redondo (ese que se coloca perpendicular a la pared, vamos, el de Cruzcampo de toda la vida) se cebara y añadiera además el escudo (por lo menos era el constitucional...) despertaba en mí una duda: si tienen esa gracia para mezclar conceptos, la que tienen para mezclar huevos batidos con patatas fritas debe ser pareja. Yo me equivoco a veces pero nunca me ha pasado. Esta vez no fue la excepción.

Aun así, me dije que estaba aquí para vivir cosas nuevas, y con los compañeros de costumbre (Dani, Manuj el indio y Satoko la japo, toma terna para un chiste) tomamos asiento y nos decidimos por la opción "eat as much as you can", lo cual nos daba vía libre para degustar las exquisiteces del local. La sucesión fue tan trágica como se podía intuir a priori. Los "mushrooms" resultaron ser un refrito rancio de setas de nombre desconocido (al menos para mí), la ensalada era de tomate (dónde está?) con una especie de col o repollo sofrito, el "fried spanish chorizo" sabía a frankfurt picante y llevaba queso fundido y arroz, los calamares estaban guisadicos y no servían ni pa'l bocata, y la tortilla, aparte de patata cocida y sin pelar, llevaba un conjunto de ingredientes de cardinal no inferior a seis o siete.

Sorprendentemente, la paella no estaba mala. La sorpresa llegó al final del ágape. La camarera nos preguntó si habíamos pedido, además de la paella de pescado que ya nos habíamos comido, la de pollo que le había parecido ver en la lista de comandas. Le respondimos que sí, que la finalidad era probar las dos, a lo que ella nos respondió que eran exactamente iguales, sólo que en vez de añadir a última hora dos gambas, unos berberechos y los calamares que les habían sobrado del plato de antes le ponían los trozos de pollo.

Supongo que los italianos ya estarán curados de espanto y no se tirarán de los pelos cada vez que ven las atrocidades que en nombre de su cocina en general y de la pizza en particular se perpetran por el mundo. A mí, sin embargo, se me siguen poniendo los pelos como escarpias cuando me tocan el menjar de la terreta. A fin de evitar males mayores, cuando no discusiones, he tomado la sabia decisión de no pedir paella al sur de Orihuela, al norte de Morella o al oeste de la Font de la Figuera. Me gusta el arroz en sus múltiples variantes: me chifla el risotto y puedo pasármelo teta con un arroz que ha sido frito antes (o después) de ponerle el caldo. Pero que no me toquen las paellas, por favor. No pasa nada por llamar "arroz de..." o "arroz con..." a ese mejunje seguramente sabroso pero con un sustrato caldoso que ya me he encontrado en varios sitios. A mí no se me ocurre llamar "fabada" a unas alubias con roquefort y pepino, por poner un ejemplo a bote pronto. La clave está ahí, en el respeto.

Valga como colofón a esta lamentable sarta de soflamas en pos de la ortodoxia un extracto de un simpático correo que me envió un compañero de otras batallas, laRana (así, todo juntito), ayer por la tarde. Por poneros es situación, el compañero es del Grau de Castelló (ergo, de la rama ultraortodoxa en temas paelleros: él se la come a escasos metros de la playa) y en su trabajo de Madrid se va a organizar una Summer Party. Fusilo directamente, que tiene más coña:

Otro de los eventos programados es la realización de una Paella. En cuanto oí eso, me eché a temblar. Luego, al saber quién sería nuestro Ferràn Adrià por un día, creí que las cosas no podrían ir peor. Pero hete aquí que hoy, en uno de los desayunos, hemos coincidido con el paellaman en cuestión (JdP en adelante, que no HdP). Primero, ha preguntado si este año alguien se encargaba de hacer el caldo o lo compraba de tetrabrick. Yo he aconsejado Aneto que, aunque caro, es el que más me gusta. Por supuesto ni se me ha ocurrido comentar que la paella se hace con agua (¿sabrá uno de Castellón más de paellas que un segoviano adaptado a la vida en la capi?), más que nada para que no recaiga sobre mí el marrón culinario. Después nos ha confesado que no se decide por el caldo de carne o el de pescado. ¡Dios mío, que mal va esto! Ha pasado luego a quejarse de que no sabía donde encontrar cilantro fresco en grandes cantidades (entiéndase, seremos casi 100 personas).¡Madre mía! Eso sí, con el cardamomo no hay problema: Ya posee una buena reserva. ¡Prometo que no es coña! El colofón final, momento en el que casi me caigo al suelo a asperger espuma desde mi boca, ha llegado cuando ha dudado si en La Vaguada había casquería. Porque, claro, se necesitan unos 12 kilos de entraña de ternera para tanta gente.

Surrealista.

En este punto, he respirado hondo y me he dicho que lo que hará será un arroz exótico de lo más : Donde oiga "paella" he de sustituir por "arrozcon cilantro, cardamomo, entrañas y ganas de joder por parte de JdP". ¡Qué Dios nos ampare! (cualquiera de ellos, pero Tutatis estaría bien).

Sólo un último apunte: compañeros de Granada, no voy a aceptar reproches del tipo "eso ya lo sabías antes de entrar, haberte ido a un Burger King". No tenéis legitimidad para descalificarme siendo como es que acabamos semana tras semana en el Jade...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo último fue un golpe bajo, sb to xq el viernes acabamos en el jade. Nooooooooo!!!!!!! Y no t digo q no te quejes xq se q a ti te mola sufrir (creo q es x eso x lo q ves esas webs tan horribles), sobre todo paluego quejarte.
Bicos!!!!!!!!!!

juandesant dijo...

Qué quieres que te diga… en el pecado tuviste la penitencia ;-)

Por cierto, la spanish cuisine no incluía ninguna variedad de gazpacho

Y estoy con Martinha… aunque no soy yo de los que más acaban en el Jade, alguna vez recalé por allí… o por el SugarPop… no vayas fastidiando ;-)

Anónimo dijo...

quien dice el jade, dice el divino...

Sentet dijo...

a)Todavia no me habeis dejado que os acompanye al divino. Y despotricad lo que os venga en gana, sigo pensando que es igual de cutre que el Jade pero las xiquillas parecian mas tontas, y eso juega a favor de algunos (no de mi, of course)

b) Del Sugar yo guardo mejor recuerdo. Tal vez sea porque al Jade suelo llegar de una a dos, y las veces que he acabado en el Sugar ha sido porque ya iba cayendo en barrena...

Anónimo dijo...

a favor de otros: ja!!!
anda anda, que se te ve el plumero baldomero...

btw ¿que es una guitarra?

karesansui ya!!!

Sentet dijo...

[suspiro profundo...]

A ver Akuma Matata, pregunta por el karesansui en el zulo...

y por la guitarra ya te diré yo a quién le puedes preguntar, socabrón

Anónimo dijo...

Si pusieran los sal-chichos en el jade...
anda que te lo pasas tú mal en el jadepeich.