I took a trip down to L'America

jueves, 16 de agosto de 2007

Hawaii, impresiones (IV) Parece que escampa

Pues eso mismo, que parece que lo peor ya pasó. Seguimos estando dentro de una nube pero el peligro de huracán finalmente pasó de largo, rozando apenas la isla, como una pluma arrastrada por el viento te acaricia la frente. Sin embargo el peor enemigo de las observaciones astronómicas está aquí con todo su potencial. Señores, 100% de humedad relativa. Puedes salir a la calle con una pastilla de jabón y lavar los vaqueros en el suelo, que seguro que haces espuma.

Con un optimismo que parecíamos el Alcoyano hemos tirado cerro arriba a las cinco y media de la tarde. A las seis y cuarto ya teníamos el chiringuito preparado. Preparado para qué? Para esperar. Esperar a que los hados nos sonrieran. Pues nada, a medianoche la operadora ha llamado a no-sé-quién, pero que debe mandar mucho y la voz del otro lado del teléfono, que por lo mandamás, lo telefónico y lo intrigante podría ser MAD, (por cierto, concurso borumballero, a ver quién recuerda quién doblaba a Gadget -no vale Google-) ha dicho que si a las doce y media la cosa seguía igual podíamos coger el camino de vuelta. Son las dos y ya estoy en mi alcoba después de haber repasado el correo y unos cuantos blogs, así que podéis imaginaros que la cosa sigue igual: otra noche en balde. Todavía es pronto para que me cuelguen el cartel de gafe, pero llevo buen camino, todo se andará.

Con estos mimbres, pues, sigo echando horas aquí metido. No estoy mal y sobre todo, es mucho más agradable ésto que compartir aunque sólo sea el espacio con el fulano a cuyo cargo se supone que estoy. Mi madre, por poner un ejemplo, diría que es de lo más maleducado. Yo lo dejaría en que es un gilipollas del copón, que le queda como más propio. Manda cojones, el tío. Me he planteado si es una cosa cultural, pero de alguien que ha estado cuatro años en Francia de doctorando no cuela, por muy de Vietnam que sea. El tío es un capullo capaz de comer frente a tí en la misma mesa sin levantar los ojos de una revista. Le preguntas (por simple cortesía) si puedes llamar por teléfono a Hilo, a la parte baja de la isla, para pedir un password y no te contesta, directamente. Si insistes te dice que él no lo sabe, que se lo tendrías que preguntar a la manager, eso sí, sin apartar la mirada de la pantalla. Por supuesto, cuando se ha ido a cenar he llamado. Este tío es un capullo, pero un capullo en cinco idiomas, que decía Ortega. Venía avisado ("el tío es bastante suyo", "cuidado, que es muy egocéntrico"), pero la estupidez humana nunca deja de sorprenderte. Y como todos sabréis la cita de Einstein que tocaría ahora, paso de ponerla.

Estoy quemado? Para nada. Después de un par de detalles de esos que te dejan cara de gilipollas me he inmunizado y voy por libre. Que subimos a las 5 y media? Pues hasta entonces, me despido por la noche y le saludo cuando vamos a subir para arriba. O cuando se cancela, que es lo que viene pasando. Por suerte, los operadores que nos han tocado el lunes y hoy son buena gente. Un chaval y una chica jóvenes, muy estadounidenses (por las pintas, por el volumen...muy yankis, vamos, de esos que no puden ocultarlo) y buena gente. Además, en el despacho que SMA tiene aquí, en Hale Pohaku (que es como se llama esta especie de campo base donde haces vida mientras no estás en la cumbre) he visto esta tarde, sin embargo, a una hindú monísima, oye, cuyo nombre por supuesto soy incapaz de reproducir. Agradecería que os ahorrárais los vítores y los jaleos, que al final me hacéis sentir un loser por no cardarme todo lo que me pasa por delante. La chica es una monada y punto, y esto es una valoración y ya está.
Y qué más queréis? No estoy dispuesto a mortificaros con más links y lo que más ilusión me hacía, que era intentar describir el cielo de Hawaii, está de más desde el momento en que os lo podéis imaginar con sólo asomaros a la ventana, estéis donde estéis. Con tanta nube apenas aciertas a distinguir alguna estrella. Eso estando en la cumbre, porque las nubes se han instalado en la franja de los 3000 metros y aquí abajo ni eso. Triste, triste. Pero mañana estará despejado. Seguro. Y podrás hasta pegar un paseo por la tarde. Que sí, que sí...

Addendum: Y por supuesto, no podía faltar a su cita, hace un tris ha pasado por aquí el terremoto nuestro de cada día. El de hoy sin mucho ímpetu pero más largo, como el polvo de un borracho.
Addendum 2 (día siguiente): Cuando el colega vietnamita come ramen (esa especie de fideos chinos que salen en PhD Comics) en la sala de control del telescopio no tiene bastante con sorberlos. Luego tiene que masticarlos con la boca abierta. Slurrrrppsssss-Schloff-Schloff-Schloff...Mejor me voy a fumar...

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