I took a trip down to L'America

domingo, 26 de agosto de 2007

Petardeo

A estas horas liquido un finde más. Al menos puedo decir que ayer hice algo que se salió de la rutina muchointernet-curraralgo-pizzaeldomingo-ver de reojo al payasete de Oviedo quemando gasofa. Tuvimos cena en casa de Hiro, un japonés. Podría alargarme en que parecíamos un contingente de la ONU pero a estas alturas ya le falta la chispa. Toda la que tuvo, sin embargo, ver al anfitrión sacar un ukelele y ponerse a tocar. Sí. Habéis leído bien. Un japo tocando el ukelele. Ha sido la experiencia musical más intensa que recuerdo desde que Mick Jagger me miró en Montjuïc'98. Como nota al margen cabe decir que en Japón hay editados libros de partituras de los Gipsy Kings con las letras traducidas. No es una leyenda urbana, tuve uno en mis manos.

De todos modos, esto no es el Mondo Brutto, así que vale ya de ensañarse. Reirse de estas situaciones, bizarras a ojos occidentales, no es sino una muestra más de nuestra pequeñez mental y etnocentrismo galopante.

[Joder, pero es que era un ukelele...]

Lo dicho, que consumo horas sin otro fin que esperar a que me venga el sueño, que hoy me he ganado: por fin he desbloqueado una cosilla del curro que me venía pesando en la moral como una losa. El típico asunto pendiente que arrastras meses y que se te viene a la cabeza en la ducha, o tomando un café a media tarde, o en cualquier momento en el que no quieres más que quitarte la idea de la cabeza. Fatto! Si no sonríes por tonterías como esa te pierdes media vida. Y en esas estaba, de buen rollo oyendo música tirado en la cama, intentando escuchar algo del material todavía por oir que me traje en el disco duro; que hay, y mucho. Es lo que tiene la era del MP3, lo hace todo demasiado fácil.

Cuando me he cansado, he vuelto a los Doors. Los tenía abandonados. Enmedio de una canción, sin embargo, la neurona petarda me ha vuelto a hacer de las suyas. Ya conté en un pastelón penoso que publiqué hace casi un mes que suelo asociar las sensaciones de manera muy vívida a la música que las ha acompañado en un momento dado. El instituto son los Beatles, Albert Pla (de aquellos polvos...) o el Agila (quien no se supo las letras de memoria no ha tenido adolescencia). La facultad hay que desguazarla casi año por año, es lo bueno que tiene. Trento es Vinicius o los Who. Esther es Marlango, Arantxa es Josele Santiago, Jenn es el Just like Heaven, and so on. De aquí, a falta de experiencias realmente intensas, es posible que no me lleve ninguna canción en el subconsciente. Pero aquí, como allá, tengo sensaciones ligadas a una, dos, tres melodías. Hay una imagen especialmente agradable en la que me veo a poco de salir el sol, en verano, con todos los botones de la camisa abiertos, algunas gafas de sol que habría robado y bailando lo malamente que me permitiría el estado en el que llegaba a esos aquelarres de sensaciones. La banda sonora varía. Hay días en las que me recuerdo deletreando La Flaca. Otras, intentando no perderme cantando Pedro Navaja. Y las mejores, por lo maravilloso que tiene la decadencia, y por no seguir otro dictado que la carne, son en las que me veo al borde de la playa, descalzo a la salida de un antro chiringuitero del que no recuerdo ni el nombre, cantándole a una morena Devórame Otra Vez.

Ni que decir tiene que lo único que me devoró ese día fue la resaca, pero esos chispazos en la memoria te hacen querer seguir viviendo, aunque sólo sea por buscar reencontrar esas sensaciones como un loco.

Por qué hoy? Si creyera en la transmisión de pensamientos a distancia, porque hace unas doce horas en mi pueblo se despertó el bien y el mal, la zorra pobre volvió al portal, la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas, como decía el poeta. Pero como no creo, simplemente me reivindico y sigo gritando que no tengo por qué pedir permiso para ser petardo cuando me da la real gana.

Y he mojado mis sábanas blancas, recordándote...
PD: Lamento si me ha quedado muy Hornby

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja!!!
Yo te recuerdo con esa canción bailando (y arrimando un poco también, por qué no?) con otra morena en cádiz...Qué mitico! Angelito!
Bicos!!!!!!!!!!!!

Sentet dijo...

Vaya que sí! Menuda jamona, me llega a coger por banda y me destroza! Lo que pasa es que no me hicisteis bien la cobertura y el bat-factor hizo fracasar la operación...

Anyway, no os echo nada en cara. A esas horas no se puede estar en la procesión y repicando...

Anónimo dijo...

(ja saps)
pero petardeo del grande.....´
per cert per a mi i santi ens falta una mítica coreografia amb carnaval de santana
molt molt sensual......

au
(pep)

Sentet dijo...

No era Carnaval. Carnaval era un afegito. La coreografia original era amb Soul Sacrifice, Woodstock Live Version.

No fumes porros, que te matan las neuronas...